Las joyas artesanales han sido un símbolo de estatus y belleza desde la antigüedad. Se han encontrado ejemplos de joyería artesanal en tumbas antiguas, lo que sugiere que las personas han estado usando joyas durante miles de años.
En la Edad del Bronce, las joyas artesanales se producían principalmente a mano, utilizando herramientas básicas y materiales como piedras, conchas y huesos. En la Edad Media, la joyería artesanal se convirtió en una industria importante, con orfebres que trabajaban en talleres para producir joyas para la nobleza y la realeza.
Durante el Renacimiento, la joyería artesanal se convirtió en una forma de arte en sí misma, con orfebres creando piezas altamente detalladas y decorativas con piedras preciosas y metales preciosos. La joyería artesanal siguió siendo popular durante los siglos XVII y XVIII, con la introducción de nuevas técnicas y estilos.
En el siglo XIX, la producción en masa de joyas comenzó a reemplazar a la joyería artesanal en muchas partes del mundo. Sin embargo, la joyería artesanal ha mantenido su popularidad, con orfebres que continúan produciendo piezas únicas y personalizadas utilizando técnicas tradicionales y materiales de alta calidad. Hoy en día, la joyería artesanal es considerada un arte y una expresión de creatividad y estilo personal.